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Alquiler contra servicios, vivir con una persona de la tercera edad

Alquiler contra servicios, vivir con una persona de la tercera edad

Frente al alza de las rentas en un contexto de crisis habitacional, ciertos propietarios proponen alojamientos donde la renta es pagada con servicios. Ésta nueva forma de alquiler permite estar alojado más barato y de ayudarse entre el propietario y el inquilino. Aquí te explicamos más de esta nueva tendencia.

El alojamiento contra servicios o como alojarte más barato

El propietario de un alojamiento puede decidir de no recibir el pago de una parte del alquiler o de la totalidad del alquiler a un inquilino que puede ayudar con las tareas cotidianas como el cuidado a los hijos, ayuda a los deberes, limpieza, cocinar o incluso la ayuda a personas discapacitadas o personas de la tercera edad. A cambio, el inquilino se beneficia de su propia recámara en el alojamiento y de su espacio personal. En las ciudades donde los alquileres son muy caros como Madrid o Barcelona, esta práctica presenta una fuerte alza. El inquilino puede igualmente disfrutar una compensación si la carga de trabajo es importante.

Si esto procede se debe de hacer todo de manera legal, siempre es preferible establecer un contrato o un acuerdo que exponga los derechos y deberes de cada uno, con una fecha de inicio y una fecha de finalización. Las reglas que seguir en los espacios comunes y el tiempo de trabajo por parte del inquilino deben estar precisados.

El alquiler contra servicios con personas de la tercera edad

El alquiler contra servicios es una excelente solución para los estudiantes, que pueden de esta manera alojarse cerca de su lugar de estudio sin gastar sumas astronómicas de dinero.

Este tipo de servicio se desarrolla fuertemente entre estudiantes inquilinos y propietarios de la tercera edad, bajo un principio de solidaridad intergeneracional. En efecto, muchas personas de la tercera edad disponen en ciudades, de un piso o de un alquiler más grande de lo que necesitan considerando que sus hijos no habitan más ahí. Una recámara o dos se encuentran libres.

Las personas de la tercera edad entonces proponen las recámaras vacantes, principalmente a estudiantes, contra servicios de acompañamiento como cocinar, limpiar o simplemente para paseos. La idea es crear enlaces entre dos generaciones, para que personas de la tercera edad salgan de la soledad y para que los estudiantes aprendan historias de vida y de respecto intergeneracional.

El alquiler contra servicios con una persona de la tercera edad es una excelente solución para los estudiantes y para ellos que tienen dificultades de encontrar alojamiento con sus propios medios. Esto permitirá crear enlaces sociales entre adultos mayores y jóvenes, que serán durables de acuerdo a las experiencias de cada uno.

Autor del artículo: Roomlala